SÉPTIMA PARTE

Al poco tiempo de estar en este orfanato, comencé a hechar de menos el cariño de una madre;
hasta tal punto que no pensaba en otra cosa.
Recuerdo que salía a la puerta y obserbaba a la genta que pasaba de largo y pensaba poque no serán mis padres. Todos los días hacía lo mismo salía en busca de unos papis que me llevaran a su casa y me sacaran de hay.
Y un día vi a una pareja entrar en busca de un niño/a para adoptar( yo en aquel momento no sabía lo que era la adopción), les observé durante largo rato; hasta que salieron de allí con la elección hecha. Me acerqué a ellos y les dije: ¿Queréis ser mis papas? ¿Me lleváis a vuestra casa?
Me miraron con lástima, me acariciaron la cara y me dijeron: eres una niña muy bonita, pero buscamos una niña más pequeña. Me volvieron a acariciar y salieron con la misma rapidez que habían entrado. Me quedé triste sentada en el patio y sin decir nada estuve allí horas.
Y.... a partir de ese día repetí esto todos los días, pero en la puerta del internado.
En cuanto podía salía corriendo a la puerta y cuando pasaba una pareja, ni corta ni perezosa me acercaba a ellos y les decía: ¿queréis ser mis padres? Llevarme con vosotros, aunque solo sea esta noche, soy muy buena, por fa...
Se reían me miraban y me decían, que no podían, que ya tenían hijos o que con lo bonita que eres alguien vendrá a buscarme. Con el tiempo te das cuenta que a una niña de mi edad no la quiere nadie, y, ves como se llevan a niños pequeños y a los que somos más mayores no nos quiere nadie. Que tristeza se siente cuando ansias algo tanto y ves que ni te miran, y si te ven es con cara de pena.
Sabéis incluso le llegué a pedir a la asistenta social del orfanato que me llevara con ella a su casa aunque fuese una noche, me sentaba en sus piernas la miraba y se lo decía con gran naturalidad. Así estuve todo el año en este lugar.
Y te das cuenta que aunque estés con más gente, lo que deseas jamás se hará realidad y estas sola, sin cariño y sin protección de alguien que simplemente te dé AMOR.